Miguel Ángel Blanco, 21 años del asesinato más repugnante de la banda terrorista ETA
Todo ocurrió en un ambiente festivo en España, ETA estaba rabiosa por la liberación, días antes, del funcionario de prisiones, José Antonio Ortega Lara y necesitaba dar un golpe de efecto cuanto antes para demostrar su fortaleza.
Este golpe de efecto lo sufrió, una calurosa tarde de Julio de 1997, Miguel Ángel Blanco, un joven economista de 29 años, concejal del Partido Popular en el municipio vizcaíno de Ermua. La víctima fue abordada en una estación de tren de Eibar, siendo trasladado forzosamente hasta su lugar de cautiverio donde fue retenido dos días tras la reivindicación del secuestro por parte de la banda armada ETA tres horas después.
Fue la emisora de radio Egin, quien recibió la comunicación en nombre de ETA, donde reivindicaba la acción y amenazaba de que, si antes de las 16 horas del sábado 12 de julio, el ministerio de Interior no llevaba a cabo el reagrupamiento de los presos etarras en cárceles del País Vasco, Miguel Ángel Blanco sería ejecutado. “Hijos de puta, lo de Ortega Lara lo vais a pagar. ¡Gora Euskadi Askatuta!».”
Poco antes del final del plazo dado al Gobierno los asesinos metieron a Miguel Ángel Blanco en el maletero de un coche sin ser él consciente de su triste final, dado que el propio Miguel Ángel pensaba que ese último viaje se trataba de un relevo entre los secuestradores.
Dos disparos a bocajarro acabaron con la vida del joven de 29 años, siendo el segundo el que acabo con su vida. Tras la ejecución los etarras huyeron del lugar y Miguel Ángel Blanco, aún con un hilo de vida pero en una situación irreversible, fue encontrado minutos después por una pareja que paseaba a sus perros.